martes, 26 de octubre de 2010

ĤĨĎŔŐŤĔŔÁРĨÁ


Actualmente existe un aumento de usuarios que han abandonado la medicina moderna y buscan soluciones más naturales. Entre ellas el uso del agua, ya sea marina o minero-medicinal, para remedio o alivio de enfermedades.

La búsqueda del equilibrio del organismo y el ritmo de vida moderna, ha repercutido en el aumento del número de personas que buscan lugares tranquilos, en plena naturaleza, donde respirar aire sano y recibir tratamientos. El agua además de proporcionar alivio y cura a las enfermedades, limpia el organismo, eliminando las toxinas.

Un 75% de la composición del cuerpo humano es agua. El paso de los años, hace que se reduzca hasta un 55% esa cantidad. El agua necesaria para la vida diaria, se obtiene de la bebida y una pequeña parte de la comida. Mediante la orina, la respiración y la sudoración se elimina parte del agua. Conociendo un poco el funcionamiento del cuerpo humano se entiende mejor los efectos beneficiosos del agua.

El agua minero-medicinal actúa como un medicamento. Al beberla o absorberla a través de la piel en baños, entra en el organismo, pasando a través de los tejidos, filtrando así las sustancias minerales. Dependiendo del ellas, realizará distintas acciones terapéuticas. La terapias descritas a continuación utilizan las características químicas, mecánicas y térmicas (almacenar y transmitir estímulos térmicos: frío-calor) del agua, para generar de forma local o general, una serie de reacciones en el organismo que pueden ser aprovechadas para el tratamiento y/o prevención de diferentes enfermedades.

Reacciones del organismo


La aplicación del agua provoca múltiples reacciones en el cuerpo humano, dependiendo siempre de la forma de aplicación, del tipo de agua, y del propio paciente. A continuación se explican las reacciones más comunes.

A nivel del sistema respiratorio:
Las aplicaciones repentinas ya sean frías o calientes producen una profunda inspiración. Las de larga duración de agua caliente producen respiraciones profundas pero superficiales. Las frías en cambio hacen que se respire profundo y rápidamente.

Sistema nervioso:
Las aplicaciones de agua fría actúan sobre el sistema nervioso simpático, y las calientes sobre el parasimpático. Si el agua está muy caliente actúa sobre los dos.

A nivel vascular:
•Temperatura de 18º C: primero el paciente palidece, sufre una piloerección (carne de gallina), y tiene una sensación general de frío que le puede producir dolor. Posteriormente, sufrirá hiperemia (enrojecimiento cutáneo), y sensación de calor y bienestar.
•Temperatura de 36-38º C: al ser la temperatura igual a la del cuerpo humano la sensación será de calor, hiperemia y bienestar general.
•Temperatura mayor de 39º C: en el primer momento la piel palidece, la carne está de gallina y se tiene una sensación de presión y dolor. Después se enrojece la piel, aumenta la sensación de calor disminuyendo hasta una agradable sensación de bienestar.
A nivel sistema cardio-circulatorio:
El agua fría ralentiza la actividad cardiaca, la frecuencia y aumenta la presión arterial, produciendo una vasoconstricción. El agua caliente produce el efecto contrario, aumentando la frecuencia cardiaca y disminuyendo la presión arterial por la vasodilatación. Según el tipo de aplicación los baños completos aumentan la presión venosa, incrementando el aporte sanguíneo.

A nivel hematológico:
Las actividades que usen agua fría incrementarán los glóbulos rojos, la viscosidad y la concentración de la sangre. Las de agua caliente bajan el nivel de leucocitos y de hemoglobina.

Sistema músculo-esquelético:
Los baños de agua caliente de larga duración producen hipotonía muscular y disminución de la excitabilidad muscular relajando la musculatura. El agua fría produce hipertonía muscular, aumentando la excitabilidad de los nervios mejorando la capacidad de trabajo muscular.

Nivel orgánico:
Las aplicaciones de agua caliente estimulan la motilidad intestinal y la función estomacal, incrementando la secreción biliar, mejorando la función renal y, con ello, aumenta la diuresis. Las aplicaciones de agua fría disminuyen la motilidad intestinal y del tracto digestivo, pero estimulan la secreción biliar como las calientes. En baños de pies, de asiento y de medio cuerpo de corta duración se estimula el vaciado de la vejiga.

Las aplicaciones frías, ya sea a nivel interno o externo, son buenas si se padece de intestino perezoso, atonía o flacidez del útero con fuertes hemorragias, atonía vascular...Las aplicaciones externas de calor relajan las fibras musculares, disminuyendo los cólicos y el estreñimiento.

De manera general y según el tipo de aplicación, la hidroterapia, con aplicaciones frías o muy calientes de corta duración, produce una acción estimulante y refrescante. Los baños templados producen en efecto sedante y favorecedor del sueño. En cambio los baños muy calientes de larga duración provocan intranquilidad e insomnio, sobre todo si se aplican por la noche.

Debido a los efectos producidos por las técnicas basadas en hidroterapia, los tratamientos deben ser indicados y supervisados por personal médico.

Beneficios de la hidroterapia:
La hidroterapia revitaliza el organismo, estimulando el sistema inmunitario al mejorar las defensas frente a infeccione. Así mismo se ha comprobado que resulta de ayuda en muchas enfermedades como:

•Dolor (artrosis, artritis, lumbalgias, cefaleas).
•Problemas circulatorios (pies fríos, varices, hemorroides etc…).
•Problemas de piel (psoriasis, dermatitis atópica).
Contraindicaciones de la hidroterapia:
•Patología cardiaca, vascular periférica y respiratorios severos que el médico indique que no deben aplicarse tratamientos hidroterápicos hasta su estabilización.
•Enfermedades infectocontagiosas.
•Enfermedades agudas con fiebre, patologías víricas comunes.
•Algunas enfermedades de la piel o de las mucosas en el caso de aguas sulfatadas.
•Enfermedades micóticas.
•Estados de debilidad extrema.
•Enfermos terminales.
•Se debe tener cuidado con personas obesas, embarazadas, hipotensas o que tengan algún impedimento para los tratamientos hidroterápicos.
•Enfermedades neurológicas o secuelas de éstas que imposibiliten la permanencia en la piscina.
Normas básicas:
•Si el cuerpo está frío se debe calentar primero antes de usar aplicaciones frías. Después de la aplicación fría se tiene que entrar en calor.
•Las aplicaciones calientes se finalizan siempre con una aplicación fría de corta duración para provocar la vasodilatación reactiva, reforzando el efecto en la circulación creado por el agua caliente.
•El cuerpo se tiene que quedar con una sensación agradable tras una aplicación hidroterápica, nunca con sensaciones desagradables como palpitaciones, mareos o sensación duradera de frío. Esto significaría una mala respuesta vascular, debiendo interrumpir la aplicación.
•Nunca se realizarán antes o después de las comidas ni utilizando productos que contengan sustancias tóxicas o vasoactivas (tabaco, alcohol, café).
Aplicaciones de la hidroterapia

Las aplicaciones de hidroterapia se pueden dividir de múltiples maneras. Una de ellas es según la intensidad del estimulo aplicado al cuerpo:

•Estímulos suaves: lavados, baños de pies y brazos a temperaturas ascendentes, baños de contraste, chorros fríos sobre una sola articulación, fricciones y envolturas segmentarias.
•Estímulos de intensidad media: baños de asiento o de medio cuerpo, baños de vapor, sauna y envolturas de cuerpo entero con una duración media.
•Estímulos de gran intensidad: chorros de presión fríos o muy calientes, baño hipertérmico, baño de vapor, baño intestinal y envolturas húmedas de todo el cuerpo de larga duración.
Otra de las divisiones es la forma en la que se aplican las propiedades del agua, ya sea en forma de baños, duchas, compresas…En el menú de la izquierda podrán encontrar toda la información referente a estas aplicaciones.

La palabra baños

en hidroterapia, se refiere a sumergir todo o una parte del cuerpo en agua. La temperatura cambia dependiendo de la finalidad deseada. La respuesta del paciente varía según la persona, la temperatura y duración del baño y la zona del cuerpo donde se aplica.

Tipos de baños según la temperatura:
Baños fríos: la temperatura del agua no puede ser superior a 18ºC, y su duración de 6 a 30 segundos. Si quieren activar la circulación de una determinada zona, son parciales, y si están destinados a producir calor y estimulación metabólica son totales. Las personas que sufran de problemas cardiacos, intestinales o vasculares no deben tomarlos.

Baños calientes: la temperatura oscila entre los 36 y los 38ºC, y su duración de 15 a 20 minutos. Se les suele añadir hierbas o esencias para aumentar su efecto relajante. Si el baño es total relaja los músculos, reduciendo el dolor. Si es de medio cuerpo, suelen usarse para enfermedades del intestino o cólicos.

Baños de temperatura ascendente: indiferente hasta 39ºC. Existen 2 variantes: la más común que dura de 20 a 25 minutos, sin baño frío después, y otra cuya duración es de 8 a 12 minutos, con baño frío después.

Baños bitérmicos: mezcla de agua caliente y fría. Cambia según el balneario, pero un ejemplo sería un ciclo de 2-4 minutos agua caliente, 1 minuto fría, y 3-4 minutos caliente, el cual se repetiría al acabar.

Tipos de baños según la técnica empleada:
Baños simples: sirven para relajar al paciente, el cual se introduce en una bañera o piscina. El tiempo de inmersión es de 15 a 20 minutos, con una temperatura templada o caliente. A veces se alternan con baños fríos para estimular el sistema circulatorio y nervioso.

Baños parciales: solucionan trastornos relativos a las extremidades, ojos o cara.

Baños de vapor: usan el vapor del agua, añadiéndole según el caso plantas medicinales. Se debe poner la zona a tratar encima de la fuente de vapor, tampandola con una toalla. La temperatura del vapor suele ser de 40 a 45 ºC , con un tiempo de aplicación de entre 10 y 20 minutos.

Si el paciente toma un baño de vapor general, es recomendable que repose después, evitando cambios bruscos de temperatura, hasta que su temperatura corporal se estabilice. Una vez que la temperatura del cuerpo ha vuelto a la normalidad, se suele aplicar una ducha fría, estimulando con ello la circulación. Las afecciones más indicadas para este baño son las respiratorias y reumáticas.

Baños bitérmicos: la característica de estos baños es la aplicación de aguas a diferentes temperaturas. ES decir, se alterna entre agua fría y caliente. Dependiendo del balneario el orden varía, pero lo más común es introducir la zona a tratar en agua caliente durante 3 o 4 minutos. Después en agua fría durante 1 minuto, terminando con agua caliente otros 3 o 4 minutos. El ciclo se debe repetir 3 o 4 veces.

Estos baños son buenos para personas que sufren enfermedades circulatorias, como problemas de retorno venoso, ya que disminuyen la inflamación. Para aumentar el resultado es buena aplicar después un masaje.

Baños de remolino: se basa en la temperatura del agua y la presión hidrostática generada por ella, creando un efecto de masaje generado por el remolino, el cual potencia los efectos relajantes del agua. Presenta varias ventajas: el efecto masaje l estimula el tropismo por lo que disminuye las contracturas musculares, aumenta la elasticidad. Por ello se aplica en articulaciones que se hayan quedado rígidas ya que les ayuda a recuperar movilidad.

Baños galvánicos o de Stanger: combinando el agua con la electricidad, genera pequeñas descargas debidas a la buena conductibilidad eléctrica que tiene el agua. Ésta se puede aumentar añadiendo sales minerales al agua, potenciando la electroforesis y disminuye el paso de corriente por el organismo del paciente.

Hidromasaje termal: en una bañera se dispone de agua termal azufrada a 34-40°C. La duración recomendada es de 20 minutos, estimulando la circulación sanguínea, y mejorando molestias óseas y musculares. Consigue que el paciente se relaje, eliminando el stress.

duchas



En las duchas el agua sale dividida en varios orificios, a diferencia de los chorros donde sale por un único agujero. Existen diferentes tipos de duchas según la presión y la temperatura. A continuación se exponen los diferentes tipos de duchas más comunes:

Ducha babosa: la característica principal de esta ducha es que la presión de salida del agua es prácticamente nula. Con ello se persigue que el agua caiga idénticamente por toda la zona a tratar. La duración es de 10 a 15 minutos con una temperatura del agua entre templada y caliente. Esta ducha relaja y tranquiliza al paciente.


Ducha de lluvia: la presión es mayor que la anterior, así como el número de agujeros, los cuales deben ser de 1 milímetro de diámetro. El tiempo de aplicación son los 5 minutos, con una temperatura templada o caliente.

Es recomendable empezar la ducha por los pies e ir subiendo hasta los hombros, descendiendo por el lado contrario. El resultado es similar al anterior: la relajación del usuario.

Ducha filiforme: la presión de salida del agua vuelve a aumentarse, debido a que los agujeros son menores, de 0,5mm de diámetro. Esto puede ser molesto para algunas personas. La duración recomendada es de 4-5 minutos.

Esta ducha es buena para relajar los músculos, sobre todo las contracturas musculares.

Ducha escocesa bitérmica: como su nombre indica se juega con la temperatura del agua, al principio es agua a temperatura templada, la cual va aumentando hasta los 40º C, disminuyendo a continuación hasta los 20º C. La duración indicada es de 15 minutos, logrando estimular la circulación.

Ducha nebulizada: ducha de agua fría pulverizada que crea una envoltura alrededor del usuario.

chorros
Esta aplicación del agua es similar a las duchas, con la diferencia de que la salida del agua se efectúa por un único orificio. Producen una estabilización de la temperatura corporal debido a el efecto que ejercen sobre capilares, venas y vasos linfáticos. Según el lugar donde se dirijan ejercen influencia sobre una u otra parte del cuerpo. Por ejemplo, los chorros de brazos, pechos y espalda actúan sobre órganos respiratorios y cardiovasculares, los dirigidos a la rodilla y muslo actúan sobre la vejiga y las hemorroides, junto a los órganos del vientre y la pelvis. Los chorros faciales mejoran enfermedades crónicas de vías respiratorias superiores, así como en los senos frontales y maxilares, y los de nuca y lumbares actúan sobre la tensión muscular de la columna vertebral.

A continuación se explican los tipos de chorros:

Chorros sin presión: como el nombre indica el agua cae sin presión sobre el cuerpo. Se aplica desde las extremidades hacia el centro. El agua puede ser de fría, caliente o alterna.

La duración de la sesión depende de cada persona: si se empieza a tener calor y principio de hipertermia se finaliza. Estos chorros alivian el dolor y las contracturas musculares.


Chorros de presión: la presión del agua es elevada, y debe dirigirse a la espalda del paciente, estando éste a una distancia de 3 o 4metros. Cada sesión dura de 3 a 5 minutos, aplicándose el chorro de forma circular, en zig-zag o en eses, con un movimiento determinado por la zona que queremos tratar.

Esta técnica estimula la circulación y disminuye las contracturas.

Chorro subacuático: la diferencia de este chorro con los anteriores es que se realiza bajo el agua. El paciente se introduce en una piscina o sólo la zona a tratar, y el chorro se le aplica a una distancia de 20 centímetros. El masaje se produce por las turbulencias generadas por el agua del chorro, por lo que es recomendable evitar zonas delicadas u óseas. Dependiendo de la presión que se quiera ejercer se elige un difusor determinado. La temperatura del agua varía entre 36-39ºC. Esta unión de temperatura y masaje, consigue un efecto relajante.

Este chorro activa la circulación, relaja la musculatura y produce una sensación de calma.



envolturas
Las envolturas consisten en recubrir bien total o parcialmente el cuerpo con uno o varios tejidos de tipo poroso, como la lana o el lino. Nunca debe ser impermeable, ya que no tiene que aparecer el efecto de maceración. Si la envoltura es húmeda se cubrirá la zona con otro tejido seco, procurando que se ajuste bien a la parte del cuerpo.

Este tratamiento se suele efectuar por la mañana, ya que una vez efectuado se deja al paciente arropado en la cama una hora para mantener el calor. Existen diferentes tipos de envolturas: secas o húmedas, frías o calientes. A continuación se explican sus características más generales.

Envolturas húmedas frías:

•Absorbentes de calor: provocan un descenso de la temperatura corporal en casos de fiebre, esguinces, hematomas... Cuando la envoltura se haya calentado, se tiene que retirar o cambiar.
•Productora de calor: producen sudoración. Son utilizadas para dolores de cabeza o padecimiento de insomnio. Se retiran cuando se comienza a sudar.
•Sudorífica: al revés que la anterior no se debe retirar al comenzar a sudar, sino que se mantiene, abrigándose más al paciente para aumentar el nivel de sudoración. Su principal aplicación son las enfermedades infecciosas. No se deben aplicar si el paciente necesita hidratación o si posee una temperatura corporal baja.
Envolturas húmedas calientes: deben estar 30 minutos en la zona indicada para que produzca la dilatación, que alivie los problemas de reuma, rigidez articular… Si se añaden sustancias químicas se amplian sus efectos terapéuticos.

Emplastos: envolturas a las que se les añade barro, resina, fangos...etc, aumentando sus efectos terapéuticos.

Compresas: similar a una envoltura pero sin cubrir totalmente la zona a tratar.

otras tecnicas.

Aditivos: elementos que se suelen añadir a las aplicaciones hidroterápicas, por sus propiedades terapéuticas. Se absorben por la piel o al respirar. Absorbidos a través del nervio olfativo influyen sobre el estado anímico. Los forman los extractos de plantas, esencias, aceites o sales.

Según los aditivos que se añadan y la temperatura del agua llevan a estimulaciones o relajaciones, conduciendo al bienestar físico y psíquico, aliviando tensiones y stress.

La absorción de los aditivos por la piel hace que penetren en la sangre produciendo el mismo efecto que tomas relajantes o medicamentos...

Lavados: limpieza de la piel mediante un paño húmedo o esponja, con una temperatura del agua fría o caliente. No se debe secar la piel al acabar, sino que se cubre con mantas para guardar el calor. Se suelen realizar por las mañanas, siendo totales o parciales.

Compresas: parecido a las envolturas aunque sin cubrir toda la zona a tratar. Su efecto se basa en la temperatura de aplicación, añadiéndose hierbas para aumentar su efecto terapéutico. Se clasifican en:

•frías: para todo tipo de inflamaciones: contusiones, luxaciones…,
•calientes: procesos inflamatorios agudos o crónicos,
•estimulante de Priessnitz: compresa fría húmeda basada en una primera fase vasoconstrictora seguida de una segunda fase vasodilatadora con calentamiento de la compresa. Ésta se quita al secarse.
Abluciones: técnica basada en derramar agua sobre el cuerpo, con una temperatura fría o caliente. Al terminar no se seca la piel, sino que se cubre para producir un calentamiento reactivo. Son buenas para problemas dermatológicos.


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